A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
Valle de Asunción, 22 de enero de 2013 e.·.v.·.
V.·. M.·.
Q.·.H.·. Primer Vig.·.
Q.·.H.·. Segundo Vig.·.
QQ.·.HH.·.
Título: Los esenios
Esenios, miembros de una hermandad religiosa judía, organizada en torno a bases comunitarias profundas, y a prácticas de un estricto ascetismo (práctica de abnegación y de renuncia de los placeres mundanos con el fin de alcanzar el más alto grado de espiritualidad, de intelectualidad o de autoconciencia).
La orden, con unos 4.000 miembros, existió en Siria y en Palestina desde el siglo II a.C. hasta el II d.C. Sus principales asentamientos se encontraban a orillas del mar Muerto.
Hay distintos grupos que han sido identificados como posibles prototipos de lo que era la comunidad u orden de los esenios. Dentro de estos grupos, los principales fueron los los modestos o castos, los callados), los santos ancianos o mayores, los puros de pensamiento y los hombres rigurosos. Estos términos aluden a las características de la orden, cuyas enseñanzas fundamentales eran el amor a Dios, el amor a la virtud y el amor al prójimo.
Los rasgos distintivos más importantes de la organización eran: la comunidad de los bienes y propiedades (distribuidas de acuerdo con las necesidades de cada uno), la estricta observancia del Sabat y un aseo escrupuloso (dentro del que se incluía el lavarse con agua fría y usar prendas de vestir blancas). Tenían prohibido jurar, emitir votos (salvo los exigidos para ser miembros de la orden), sacrificar animales, fabricar armas y participar en el comercio o hacer negocios.
La orden formaba sus grupos reclutando a niños que adoptaba o con aquellos que habían renunciado a todos sus bienes materiales. Se exigía una prueba temporal de tres años antes que el novicio pudiera emitir sus votos definitivos, que exigían una total obediencia y discreción. El romper un juramento podía significar ser expulsado de la orden.
Como comunidad, los esenios fueron los primeros en condenar la esclavitud, considerándola una violación de los derechos consustanciales a los hombres; se sabe que incluso compraban y luego liberaban a personas que habían sido hechas esclavas. Su trabajo fundamental se centraba en la agricultura y en la artesanía.
Los esenios se consideraban separados a sí mismos, no por causas externas, como el color de la piel, el pelo, etc., sino porque la iluminación de su vida interna y su conocimiento de los ocultos misterios de la naturaleza eran desconocidos para otros hombres. También se consideraban un grupo en el centro de todos, porque cualquiera podía formar parte de su Fraternidad tan pronto pasaran con éxito las pruebas selectivas.
Algunas fuentes indican que fueron esenios, Santa Ana, José, María, Juan el bautista, Jesús, Juan el evangelista, entre otros.
Sentían que les había sido confiada una misión, que eventualmente sería la fundación del cristianismo y la civilización occidental, y estaban apoyados en este esfuerzo por seres altamente evolucionados que dirigían la fraternidad. Eran verdaderos santos, Maestros de sabiduría, hierofantes de las antiguas artes maestras.
Los esenios no se limitaban a una sola religión, sino que estudiaban todas para poder extraer de ellas los grandes principios científicos. Consideraban que cada religión era un estado diferente de una misma manifestación. Le daban gran importancia a las enseñanzas de los antiguos caldeos, de Zoroastro, de Hermes Trismegistos, a las secretas instrucciones de Moisés y de uno de los fundadores de su orden, que había trasmitido técnicas similares a las del budismo, así como a las revelaciones de Enoc.
Poseían la ciencia viviente de estas revelaciones y, de este modo, sabían cómo comunicarse con los seres angélicos y habían resuelto la pregunta del origen del mal en la tierra.
Una de sus más grandes preocupaciones era protegerse de cualquier contacto con espíritus del mal, para poder preservar la pureza de sus almas. Sabían que estarían en la tierra durante un corto período de tiempo y no querían prostituir sus almas eternas. Fue esta actitud, esta estricta disciplina, esta absoluta negativa a mentir o a comprometerse, lo que les hizo objeto de muchísimas persecuciones a través del tiempo.
Los esenios se consideraban guardianes de las Divinas Enseñanzas. Poseían un gran número de manuscritos muy antiguos, algunos de los cuales databan del inicio de los tiempos. Una gran parte de los miembros de la Escuela pasaban el tiempo descifrando sus códigos, traduciéndolos a varias lenguas, reproduciéndolos para perpetuar y preservar este avanzado conocimiento, y consideraban este trabajo como una tarea sagrada.
Los esenios consideraban su Fraternidad, compuesta de hombres y mujeres, como la presencia en la tierra de las enseñanzas de los hijos y las hijas de Dios. Ellos eran la luz que brilla en las tinieblas, que invita a la oscuridad a convertirse en luz. Así, para ellos, cuando un candidato solicitaba ser admitido en la Escuela, ello significaba que dentro de él se había puesto en marcha un completo proceso del despertar del alma. Un alma así, estaba lista para ascender las escaleras del sagrado templo de la humanidad.
Los esenios sabían diferenciar entre las almas que aún estaban dormidas, las que estaban sólo medio despiertas, y las despiertas. Su tarea era ayudar, consolar y aliviar a las almas dormidas, tratar de despertar a las que estaban a medias, y dar la bienvenida y guiar a las almas despiertas. Sólo las almas que se consideraban despiertas podrían recibir la iniciación en los misterios de la Fraternidad esenia. Entonces comenzaba para ellos el sendero de evolución, que ya no se detiene más a través del ciclo de sus encarnaciones. |
Todos conocían a "los hermanos y hermanas vestidos de blanco". Los hebreos los llamaban "La Escuela de los Profetas"; para los egipcios, ellos eran "los Sanadores, los Médicos". Tenían propiedades en casi todas las grandes ciudades, y en Jerusalén había incluso una puerta que llevaba su nombre: La Puerta de los Esenios.
Aun cuando la Fraternidad era muy estricta sobre las leyes secretas en relación con su doctrina interna, cultivaban muchos puntos de contacto con las personas, principalmente a través de los sitios donde daban alojamiento a peregrinos de todo horizonte, proporcionando ayuda en los períodos difíciles, y especialmente a través de la sanación de los enfermos. Estos sitios donde se impartían las enseñanzas básicas y se practicaba la sanación estaban localizados en lugares que tuvieran acceso público para que todas las personas pudieran acudir.
En 1947 salió a la luz con nuevo resplandor el mundo de los esenios, cuando se descubrieron unos antiguos manuscritos hebreos, cerca del mar Muerto, en Qirbet Qumran, lugar que puede haber sido, en el siglo I d.C., el sitio de asentamiento de alguna comunidad esenia. Entre los manuscritos había un manual de observancias religiosas y vida común, que puede relacionarse con el modelo de existencia que tenían los esenios, según lo que se ha podido averiguar en las fuentes griegas y latinas que hacen referencia a ellos.
Los manuscritos, escritos en su origen sobre cuero o papiro, suman más de 600 en distintos estados de conservación. Estos incluyen manuales de disciplina, libros de himnos, comentarios bíblicos y textos apocalípticos; dos de las copias más antiguas conocidas del Libro de Isaías casi intactas y fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, a excepción del de Ester. Uno de los rollos contiene detalles de una guerra final entre los "hijos de la luz" y los "hijos de las tinieblas".
El descubrimiento inicial de los rollos fue seguido de una exploración científica de las cuevas vecinas estas exploraciones y ulteriores compras a los beduinos dieron como resultado decenas de miles de fragmentos adicionales, así como un registro de un tesoro enterrado y grabado en caracteres hebreos sobre tiras de cobre. Al parecer, los manuscritos fueron parte de la biblioteca de la comunidad. Las pruebas paleográficas indican que la mayoría de los documentos fueron escritos en distintas fechas, al parecer desde el 200 a.C. hasta el 68 d.C.
La comunidad de Qumran aparece descrita en los manuales de disciplina como una especie de Casa de Israel modelo, organizada con el objeto de preparar el camino para la inminente llegada del reino de Dios y el día del juicio.
De especial interés son los numerosos vínculos entre el pensamiento y los modismos de los Manuscritos con los del Nuevo Testamento. En unos y otros se hace hincapié en la inminencia del reino de Dios, en la necesidad del arrepentimiento inmediato y en la esperada derrota de Belial, el Malo. En unos y otros aparecen referencias similares en relación con el bautismo en el Espíritu Santo y se encuentran caracterizaciones semejantes de los fieles como "los elegidos" e "hijos de la luz"
LIBERTAD IGUALDAD FRATERNIDAD
M.·. M.·. Mitatron
Aug.·. y Resp.·. Log.·. Renacer Nº 2
Aug.·. y Resp.·. Log.·. Apocalipsis Nº4
Particularmente no sabia nada sobre los esenios, muy interesante la plancha mi Q:.H:. Sobre todo al encontrar ciertos paralelismos con la orden masónica.
ResponderEliminarEs lo mas interesante q encontre
ResponderEliminarSebtimientos reales por conocer los relatos de personas que saben la verdadera historia.
ResponderEliminarExceletes enseñanzas que se hacen necesarias aplicar hoy en la convivencia cotidiana de paises como Colombia, México, EE.UU, etc. que están en franco deterioro social e irradian sus violatorias conductas luciferinas de drogas, muerte y amor al dinero sobre el desprecio a la vida humana.
ResponderEliminarmuy interesante, se dice que Jesús era esenio, acuerdo al escrito abstraían de religiones conceptos que respetaban y consideraban importantes, no tenían una sola religión.
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