A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
Valle de Asunción, 30 de noviembre de 2012.
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Título: Las piedras de Ica
Las Piedras de Ica son una colección de piedras del tipo andesita provenientes del Perú, en un desierto blando y pedregoso. Estas piedras se caracterizan por estar decoradas con supuestos antiguos dibujos de dinosaurios y artefactos tecnológicos avanzados.
Fue un médico peruano el que descubrió la más estremecedora, rotunda y completa prueba de la existencia de otra civilización que pobló el planeta no hace miles, sino millones de años. Esta vez y para asombro de muchos se traba de pruebas materiales, miles de pruebas.
Corría el mes de Mayo del año 1.966. Al consultorio del doctor Javier Cabrera, situado en la Plaza de Armas del pueblo de Ica, llegó su amigo Félix Llosa Romero, llevándole un regalo. Se trataba de una piedra ovalada, de color negruzco y aristas redondeadas; tenía grabada en una de sus caras la imagen de un extraño pez y su peso era mayor del que, a primera vista, correspondía a su tamaño.
El doctor Cabrera, descarta con firmeza la posibilidad de que las piedras hayan sido grabadas por los Incas. En primer lugar porque las piedras son muy anteriores al período en que los Incas vivieron en Perú y además, porque las piedras dan fe de conocimientos tecnológicos que los Incas nunca poseyeron.
En su enorme colección, el doctor Cabrera ha clasificado las piedras en diversos grupos, según los símbolos que presentan. Hay series que tratan de temas técnicos, otras de temas médicos, geográficos, antropológicos, zoológicos, etc. Hay series de piedras que describen con todo detalle la evolución de los dinosaurios, desde el huevo hasta la completa madurez; otras que relatan las incidencias de complejas intervenciones, y otras que explican
con todo detalle cómo era el planeta Tierra antes de las grandes convulsiones geológicas que le imprimieron su conformación actual.
A partir de sus interpretaciones de los dibujos grabados en las piedras, afirma que esa humanidad gliptolítica fue creada por una raza superior que llegó a la Tierra desde algún lugar del cosmos. Al llegar a nuestro planeta, esa raza no halló vida inteligente, y decidió crearla a partir de un primate emparentado con el Lémur, llamado Notharcus, que se extinguió hace 50 millones de años.
En su libro "El mensaje de las piedras grabadas de Ica" (Inti Sol editores, Lima, 1.976), afirma: Mediante el trasplante de códigos cognoscitivos a unos primates que pertenecían a un tipo de primate muy inteligente generaron hombres. Aparentemente, las piedras dicen que había varias categorías humanas: Los de mayor poder cognoscitivo son los que el doctor Cabrera denomina Hombres Reflexivos y Científicos, por encima de los cuales se situaban, por supuesto, sus creadores, los hombres llegados del cosmos. El Dr. Cabrera afirma que estos seres tenían como meta de vida, la expansión del conocimiento, y que por ello a los individuos de aquella remota humanidad se les realizaban los trasplantes.
La Humanidad Gliptolíptica tenía un tipo físico que difiere bastante del aspecto atlético actual, tenían un cerebro voluminoso, y sus extremidades superiores, alejadas de la función mecánica, no eran robustas, ni sus manos requerían que el pulgar estuviese en posición oponible. Las piernas cortas y fuertes y el voluminoso vientre desplazado hacia abajo permitían el equilibrio con esa cabeza grande, no solo cuando el hombre se hallaba en reposo sino cuando caminaba, su existencia estuvo regida por una creciente actividad intelectual.
Estos seres construyeron una sociedad del tipo colectiva, donde no existía la personalidad individual. Cada individuo estaba situado en el mismo nivel intelectual de la escala. La desaparición de esta humanidad se debió según lo que se desprende de los Grabados de Ica, a dos causas: desastre de tipo natural, como fue el Cataclismo,
El Planeta disponía de un cinturón electromagnético, que hoy nosotros acabamos de descubrir y bautizar como Van Allen. Ese cinturón podía ser utilizado para uso, industrial y tecnológico y la Humanidad gliptolíptica lo hizo, La civilización prehistórica que grabó estas piedras construyó pirámides para captar y transformar esa energía electromagnética que rodeaba la Tierra. Dicha energía una vez convertida en eléctrica se distribuía a todos los continentes, al llegarse a un consumo extremo de la citada energía electromagnética, el Planeta , lentamente fue aumentando su magnetismo natural, rompiéndose el equilibrio entre las lunas más cercanas al Globo y nuestro mundo, estos astros se precipitaron un día sobre el Planeta. Y provocaron la casi total destrucción del género humano.
Y la segunda a una decadencia del orden moral, los Hombres Gliptolíticos cambiaron la finalidad de su vida como consecuencia de que empezaron a utilizar el elevado nivel reflexivo y cognoscitivo alcanzado, en detrimento de los que ocupaban rangos inferiores. El móvil de este desnaturalizado uso del poder reflexivo y cognoscitivo fue tomar como centro de interés de la existencia el goce de la vida material, esto significó una regresión al estado de animalidad y, por consiguiente, el cambio de la finalidad de la vida humana.
Uno de los elementos que confirman la creencia del doctor Cabrera, es una piedra donde está labrado un mapa del mundo tal como era en el período terciario. Allí, la forma y la disposición de los continentes es completamente diferente de la actual, y considerando que la geología no supo hasta fines del siglo XIX y principios del XX que los grandes cataclismos de fines del terciario habían provocado cambios espectaculares en la forma y disposición de los continentes, el doctor Cabrera sostiene, que esa piedra sólo pudo ser labrada por hombres que vivieron en un planeta con esa configuración y que, además, poseían los medios técnicos necesarios para recorrerlo y observarlo desde grandes alturas. En estos grabados no sólo advertimos la presencia de la Atlántida, sino que también aparecen, Mu y Lemuria, continentes de dudosa existencia.
Otro aspecto importante que muestran estas piedras es la convivencia del hombre con los dinosaurios. La piedras revelan que el hombre había existido desde una antigüedad tan insospechada como la que señala su coexistencia con el agnato, en la era más arcaica, la Paleozoica (542 millones de años); que la existencia del hombre se había dado también en las eras Mesozoica y Cenozoica(65 millones de años), a juzgar por su coexistencia-reveladas en las piedras-como el dinosaurio y el megaquiróptero, respectivamente; y que el hombre que vivió en estas eras geológicas había sido intelectualmente muy evolucionado, muestra de lo cual era el conocimiento que había tenido de aspectos muy complejos de la biología, como son los ciclos reproductivos de los dinosaurios. Estos humanoides, no solo convivían con estos grandes reptiles, sino que, libraban una guerra total contra ellos, una guerra por su supervivencia que permanentemente se ve amenazada.
Algo que vale la pena destacar es que la Ciencia siempre sostuvo que la reproducción del dinosaurios fue a través del huevo, del cual nacía completamente formado; pero, en las Piedras de Ica la evidencia encontrada en los grabados es, pues, muy diferente. En la mayoría de los Gliptolitos se da la presencia de un fenómeno insospechado, la metamorfosis, proceso larvario atribuido hasta el momento a los anfibios.
La historia menciona que muchas civilizaciones alcanzaron grandes desarrollos en el campo medicinal. Como ejemplo tenemos a la cultura de Tiahuanaco, civilización de la que se sabe practicó la trepanación cerebral.
En el caso de los Hombres Gliptolitícos la sorpresa es aún mayor, pues, parece que llegaron a trasplantar órganos muy complicados, como el corazón, y los hemisferios cerebrales.
Las teorías del doctor Cabrera, no han encontrado demasiado eco en la comunidad científica. Algunos de sus adversarios han llegado a asegurar que Basilio Uchuya, el Huaquero que ha proporcionado la mayor parte de las piedras al doctor Cabrera, es el único artífice de las mismas; según esta teoría, Basilio las graba, untándolas después con betún de los zapatos y quemándolas para darles una falsa pátina de antigüedad.
Esta ingeniosa teoría no tiene en cuenta la edad de Basilio, ni el tiempo que requiere fabricar una de estas piedras. El Huaquero podría haber hecho, en toda su vida, unas 10.000. ¡Pero se acercan a las 40.000 las que se han catalogado hasta ahora, y cientos de miles las que se suponen aún enterradas!
No obstante, el doctor Cabrera, no carece por completo de apoyo. El francés Chanoux, en su obra "Enigma de los Andes", aseguraba que las piedras de Ica podrían ser la biblioteca de los Atlantes, que han existido hace 50 millones de años.
En las Piedras de Ica, surgen inquietantes pistas. Una vez más se tiene la certeza de que la vida en el planeta no comenzó en el mismo, sino que probablemente llegó del Espacio.
LIBERTAD IGUALDAD FRATERNIDAD
M.·. M.·. Mitatrón
Aug.·. Y Resp.·. Log.·. Renacer Nº 2
Aug.·. y Resp.·. Log.·. Apocalipsis Nº 4
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