Frase del día

sábado, 15 de diciembre de 2012

"leyenda" de los juanistas del libro Historia de la magia de Eliphas Levi

Una muchacha de Nazareth, llamada Miriam, prometida con un joven de su tribu, llamado Jochanan, fue sorprendida por cierto Pandira, o Panther, que entró en su alcoba con la apariencia y el nombre de su amante y por la fuerza satisfizo sus deseos. Al enterarse Jochanan de su infortunio, la abandonó sin hacer público lo ocurrido porque, de hecho, ella era inocente; la muchacha dio a luz un hijo, que recibió el nombre de Joshua o Jesús. El infante fue adoptado por un Rabí llamado José, que lo llevó a Egipto, donde fue iniciado en las ciencias secretas, y los sacerdotes de Osiris, reconociendo que él era la verdadera encarnación de Horus tan largamente prometida a los adeptos, le consagraron pontífice soberano de la religión universal. Joshua y José regresaron a Judea, donde el conocimiento y la virtud del joven excitaron muy pronto la envidia y el odio de los sacerdotes, que un dia le reprocharon públicamente la ilegitimidad de su nacimiento. Joshua, que amaba y veneraba a su madre, interrogó a su maestro y se enteró de toda la historia relativa al crimen de Pandira y los infortunios de Miriam. Su primer impulso fue negarla en público cuando dijo en medio de una fiesta de bodas: "Mujer, ¿qué hay en común entre tú y yo?" Pero después, comprendiendo que una mujer infortunada no debe ser castigada por haber sufrido lo que no pudo impedir, expresó: "Mi madre de ningún modo pecó, ni perdió su inocencia; es virgen y, con todo, mi madre: tribútesele doble honor. En cuanto a mí, no tengo padre sobre la tierra; soy el hijo de Dios y de la humanidad"

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